Cuando este cuadro se presentó en París, el público pensó que representaba una trifulca durante una partida de cartas en un casino, pero nada más lejos de la realidad: reconstruye uno de los eventos clave en la historia de Polonia.
La composición representa la escena a la manera de la pintura histórica académica. La parte central e izquierda del cuadro está dominada por un grupo de aristócratas corruptos que está a punto de consumar una traición a su propio país. El héroe Rejtán (que le da nombre al lienzo) intenta impedirlo en vano con un gesto dramático en el lado inferior derecho, conformando un esquema que ejemplifica a la perfección el uso del número áureo en el arte.
Los nobles representados son Adam Poniński (3), mariscal de la Dieta, vestido de rojo, exige al rebelde Tadeusz Rejtán (1) que se marche o señala a los guardias armados de la puerta. Detrás de él están el obispo Ignacy Massalski (5) y el príncipe Antoni Stanisław Czetwertyński-Światopełk (6). A su derecha, el hetman Franciszek Ksawery Branicki (4) oculta su rostro entre las manos, lo que probablemente fue la solución del pintor a un problema prosaico: seguramente no tenía acceso a un retrato de Branicki. Szczęsny Potocki (2), con la faja azul, mira al suelo, avergonzado. Detrás de la silla volcada, su padre, Franciszek Salezy Potocki (8), también avergonzado, deja caer una pluma de ave y mira hacia otro lado. Entre los dos Potocki, Jacek Małachowski (13) discute con Samuel Korsak (14), mientras Karol Radziwiłł (7) se limita a observar la situación, divertido. En el suelo, volcado, yace un sillón, con el sombrero de Branicki y un monedero, del que se derraman las monedas hacia Poniński, aludiendo a la verdadera razón por la que pretende concluir el debate. Otros aristócratas polacos representados en el cuadro son Karol Stanisław Radziwiłł (7) y Hugo Kolłataj (12).
A la izquierda del mayor de los Potocki, el primado de Polonia sentado, Michał Jerzy Poniatowski (9), mantiene una conversación con el canciller Michał Fryderyk Czartoryski (10), ignorando ambos la interrupción. Detrás de ellos, con chaleco azul, el rey Stanisław August Poniatowski (11), molesto, se levanta del trono, con ganas de marcharse, y mira su reloj de bolsillo.
La Mancomunidad de Polonia-Lituania (o simplemente Polonia-Lituania) es uno de los grandes reinos desaparecidos del mapa europeo. Era un estado inmenso, pues en su máxima extensión no solo cubría los actuales territorios de Lituania y Polonia (excepto la actual zona occidental de este país), sino también el territorio de Bielorrusia, gran parte de Ucrania, Letonia, Estonia, así como el óblast de Kaliningrado y partes de los óblast de Smolensk y Briansk en Rusia.
Se regía por un sistema de monarquía electiva muy ineficiente que a menudo ocasionaba cruentos conflictos internos de índole político o militar entre sus aristócratas, ante los que el monarca de la confederación se veía impotente.
En 1772, cuando el reino estaba sumido en la enésima guerra civil provocada por sus élites, la Guerra de la Confederación de Bar, las potencias circundantes (Rusia, Austria y Prusia) invadieron Polonia-Lituania. Justificaron oficialmente sus acciones como compensación por tratar con un vecino problemático y restaurar el orden mediante la intervención militar en la guerra civil, pero en realidad lo que buscaban eran ganancias territoriales.
Con el fin de aprobar legalmente esta cesión de territorio, conocida como la Primera Partición de Polonia, la Dieta del reino (una especie de parlamento nobiliario denominado “Sejm” en polaco) se reunió en la primavera de 1773.
Tadeusz Rejtan era diputado en el Sejm y la tradición cuenta que el 21 de abril de ese año, en un dramático gesto de protesta ante la Dieta, se desnudó de cintura para arriba y se tumbó ante la puerta del salón de plenos, bloqueando el paso con su propio cuerpo en un vano intento de impedir que los demás miembros abandonaran la cámara donde se celebraba el debate. Abandonar la sala significaría el fin de la discusión y la aceptación de la moción que se estaba debatiendo, es decir, la aceptación de las cesiones territoriales que demandaban las potencias extranjeras y el inicio del fin de la Mancomunidad Lituano-Polaca.
El Sejm obviamente actuó bajo coacción, con la amenaza inmediata de los ejércitos extranjeros presentes en la Mancomunidad, y con un número significativo de diputados sobornados o amenazados por diplomáticos extranjeros. De ello no solo dan fe las monedas de oro caída del bolsillo de Franciszek Salezy Potocki, en clara referencia a las monedas de Judas Iscariote: desde la galería, observa la escena uno de los principales artífices de los tabiques, el embajador ruso Nicholas Repnin (15), sentado entre dos damas, probablemente Izabela Lubomirska y Elżbieta Grabowska o Izabela Czartoryska (15). A su derecha, otro símbolo importante se muestra en la pintura de la zarina rusa Catalina de Rusia (18). Por último, en las puertas abiertas, detrás de Rejtan, se encuentra un granadero ruso (19) (aunque en realidad la Dieta no estaba «custodiada» por tropas rusas, sino prusianas). Como para decirles que no.
La única persona que simpatiza claramente con Rejtán es un joven en medio de la sala, que sostiene en sus manos un sable y una gorra tradicional polaca, la rogatywka, símbolo de los partidarios de la Confederación de Bar antirrusos, y futuros insurgentes de los levantamientos polacos contra la dominación rusa durante todo el siglo XIX.
La escena es tan dramática que un detalle muy revelador pasa desapercibido: el salón del palacio donde se está celebrando el pleno se encuentra en un estado deplorable. El estuco de las puertas está resquebrajado, las cortinas están raídas, las lámparas de pared rotas, nadie ha sustituido las velas agotadas y hay un montón de papeles esparcidos por el suelo. Viene a representar el declive político, económico y militar de la Mancomunidad de Polonia-Lituania frente a las monarquías absolutistas del Imperio Ruso, el Archiducado de Austria y el Reino de Prusia.
Prusia Rusia y Austria volvieron a repartirse el territorio de la Mancomunidad en 1793 y 1795, cuando Polonia y Lituania desaparecieron del mapa durante más de 100 años hasta el final de la Primera Guerra Mundial. Polacos y lituanos siguieron existiendo, pero repartidos en tres reinos diferentes.
El autor del cuadro, Jan Mtejko (1838-1893), era polaco pero nació y murió en Cracovia siendo súbdito austríaco por efecto de las particiones de Polonia entre sus vecinos. A pesar de causar controversia y recibir críticas dispares en el momento de su exposición inicial al público en 1866 (de gente que descendía de los nobles que permitieron la partición y que figuran en el cuadro), la obra de Matejko fue reconocida posteriormente por su importancia cultural en Polonia, al representar temas como la resistencia y la crítica política. Más tarde, el emperador Francisco José I de Austria adquirió el cuadro, que se expuso en Viena hasta 1920. El gobierno de la recién creada República Polaca compró la obra en 1920 al considerarlo un artefacto de valor incalculable para la cultura polaca, y desde 1931, salvo un breve periodo durante la Segunda Guerra Mundial en que fue saqueada por los nazis, se expone al público en el Castillo Real de Varsovia.
El cuadro suele interpretarse como una crítica a la injerencia rusa en los asuntos políticos polacos y a la colaboración de los aristócratas polacos traidores. Se interpretó positivamente en la Polonia comunista como un símbolo de crítica a la nobleza polaca, a la que se culpaba de su egoísmo que condujo a las particiones. Más recientemente, el cuadro se ha interpretado como el símbolo de la protesta solitaria y una justificación moral de la disidencia, incluso cuando tal protesta se sabe inútil, ignorada por la mayoría. También se ha descrito como un cuadro icónico de una protesta emocional y un símbolo de protesta desesperada y patriótica.